Rosquilletas horno
Estas rosquilletas son como ese sitio al que siempre vuelves por muchos otros que conozcas. Todo un clásico de Anitín que te da el sabor de siempre, pero como nadie más lo hace. Porque nuestro proceso es único.
Estas rosquilletas son como ese sitio al que siempre vuelves por muchos otros que conozcas. Todo un clásico de Anitín que te da el sabor de siempre, pero como nadie más lo hace. Porque nuestro proceso es único.
Esta vez hablamos de un clásico con un puntito más de sal. Perfectas para esos días en los que te apetece un extra. Te dejarán contentito el estómago… y el corazón.
Un “crack” de nuestra masa crujiente en tu boca acompañado de deliciosos trocitos de chocolate. Es hablar de ellas y se nos hace la boca agua. ¿Y a ti?
Con estas rosquilletas hemos roto el mito de que lo integral no tiene sabor. Horneadas con mucha mano para llevar a tu despensa un producto sano, rico en fibra y que, además, está buenísimo.
Nuestro producto estrella. Un bocado de nuestra irresistible masa horneada acompañada de las pipas de girasol más grandes que hayas podido ver. *Recomendamos mantenerlas lejos de otras manos si no quieres quedarte sin ellas.
Es pensar en queso y nos deshacemos. Pero es que es pensar en doble de queso y nos deshacemos el doble. El producto favorito de los amantes del emmental. Y de los que no lo son.
Estas míticas rosquilletas tienen un elemento clave: un cacahuete extra sabroso que te dejará con ganas de repetir. Y repetir una y otra vez.